Quantcast
Channel: La vida de Zapi » frotar
Viewing all articles
Browse latest Browse all 3

La Cueva

$
0
0

Zapi

De todos es sabido, y si no, yo os lo confirmo, que a los gatos nos encantan los recintos pequeños, cerrados… las cuevas.

Desde hace tiempo estoy intentando entrar en uno de los espacios de la casa más sugerentes para todos mis instintos y órganos sensitivos: una especie de gran caja con puertas donde mis humanos almacenan los ropajes con los que se cubren.

El proceso de llegada de esos elementos textiles a la cueva ha sido investigado por un servidor con la paciencia de un gran cazador, paciencia que me adorna y ensalza.

Los ropajes usados son depositados en una gran cesta de mimbre, que hace mis delicias, más concretamente las de mis uñas, en varios momentos del día.

Tras una estancia variable de los ropajes en tal contenedor, pasan a un elemento con una ventana redonda donde se mueven de forma circular, se llenan de agua y de una extraña espuma que aparece y desaparece. Algún día también entraré a inspeccionar esa curiosa cueva, eso sí, sin el agua y sin la espuma.

Tras el remojo de las vestiduras, éstas pasan por un hábil juego de manos a unas cuerdas, de las que penden colgadas durante un tiempo variable (dependiendo de la temperatura externa, que como podréis comprobar, ¡¡me he currado la investigación!!).

En ese momento, cuando las prendas cuelgan inertes de los cordajes, un fantástico olor a naturaleza inunda la casa y, por supuesto, mis sentidos: mis receptores olfativos disfrutan de un agradable festín, hasta mi órgano vomeronasal se pone a pleno funcionamiento, lo que provoca que se me quede esa cara inconsistente (que tanto sorprende a mis humanos) con la boca un poco abierta, pues estoy “paladeando los olores”.

El siguiente paso es descolgar los ropajes y pasarlos a una tabla, en la que curiosamente cada prenda sufre el estrujamiento con un elemento en forma de barca, que consigue que la prenda más arrugada tenga una textura lisa y aplanada.

Esa torre de vestuario humano, perfectamente preparado, sigue desprendiendo el sugerente efluvio y, para colmo, es introducida en la cueva que ansío explorar.

Con todo el proceso claro, habiendo estudiado hasta el más mínimo movimiento de mis humanos, hice guardia delante de mi objetivo, y en un descuido de mi humana adulta, salte dentro y me camufle entre los sugerentes tejidos. La puerta se cerró tras de mí.

Aquello era el paraíso: estaba en la cueva, rodeado de limpias y perfumadas prendas… Sin poder contenerme, empecé a revolcarme, a frotarme con todo aquello que desprendía olor, me metía entre los ropajes: ¡¡GOZABA A TOPE!!

Tras el incontrolable discurrir de mis instintos, mi cuerpo pedía descanso y, acurrucado entre la ya revuelta ropa, dormí un largo período de tiempo.

El despertar fue placentero: relajación, satisfacción…

Pero mi organismo interrumpió la idílica situación: casi al mismo tiempo el hambre y la necesidad de expulsión de excrementos reclamaba un cambio de localización.

Tenía que salir de aquella cueva, y no encontraba lugar alguno por donde hacerlo.

Comencé a arañar las rígidas estructuras… imposible…

Como siempre, y sabiendo que los humanos reaccionan de forma casi inmediata a mis maullidos, comencé a emitirlos, de forma creciente en intensidad al ver que no había respuesta.

Tras un periodo que se me hizo eterno, se hizo la luz.

La Cueva

La cara de mi humano adulto apareció ante mis ojos como un ángel salvador del “cielo de los gatos”.

Sus gritos no me impidieron esquivarle con un perfecto acto de sincronización orgánica y dirigirme como alma que lleva el diablo a mi bandeja de arena…

Uffffff…. no podía más…

El humano, sin el menor respeto a mi intimidad, me acoso con sus reproches en pleno acto expulsivo. Con la dignidad que me confiere mi especie, terminé, y me dirigí, como si no existiera el racional, a deleitarme con mi crujiente alimento seco: mis tripas me estaban castigando de una forma inusual.

La experiencia del descubrimiento de la interioridad de esta cueva tuvo momentos agridulces… A pesar de ello, puedo aseguraros que volveré a visitarla.

La entrada La Cueva aparece primero en La vida de Zapi.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 3

Latest Images

Vimeo 10.7.0 by Vimeo.com, Inc.

Vimeo 10.7.0 by Vimeo.com, Inc.

HANGAD

HANGAD

MAKAKAALAM

MAKAKAALAM

Doodle Jump 3.11.30 by Lima Sky LLC

Doodle Jump 3.11.30 by Lima Sky LLC

Doodle Jump 3.11.30 by Lima Sky LLC

Doodle Jump 3.11.30 by Lima Sky LLC

Vimeo 10.6.2 by Vimeo.com, Inc.

Vimeo 10.6.2 by Vimeo.com, Inc.

Vimeo 10.6.1 by Vimeo.com, Inc.

Vimeo 10.6.1 by Vimeo.com, Inc.





Latest Images

Vimeo 10.7.0 by Vimeo.com, Inc.

Vimeo 10.7.0 by Vimeo.com, Inc.

HANGAD

HANGAD

MAKAKAALAM

MAKAKAALAM

Doodle Jump 3.11.30 by Lima Sky LLC

Doodle Jump 3.11.30 by Lima Sky LLC

Doodle Jump 3.11.30 by Lima Sky LLC

Doodle Jump 3.11.30 by Lima Sky LLC

Vimeo 10.6.1 by Vimeo.com, Inc.

Vimeo 10.6.1 by Vimeo.com, Inc.